Daniele chatea durante un año con 'una chica', luego descubre que es un hombre de 64 años y se ahorca
Una historia terrible, maldita, absurda, espejo de las consecuencias más extremas de los males de nuestra sociedad que tiende a aislar, a crear “relaciones” ficticias y lejanas para alienar. En realidad, las cosas empeoraron mucho. Todo se convirtió en un circo mediático que se fue de las manos y derivó en otra muerte, la del anciano que se hacía pasar por una niña en el chat.
Pero vayamos en orden, porque esta historia la conozco bien, pasó en Italia, en mi país, pero pudo haber pasado en cualquier parte de la aldea global.
Es una historia amarga y dolorosa. El protagonista es Daniele, un chico de 24 años, encontrado muerto por sus padres, ahorcado en el desván de su casa, el 21 de septiembre de 2021. Los carabineros investigan el asunto.
El acusado es Roberto Zaccaria, un hombre de 64 años de Forlimpopoli, a siete kilómetros de la capital. El hombre charló con Daniele durante un año firmando a sí mismo como ‘Irene’. 8 mil mensajes de amor, con promesas de matrimonio e hijos y muchas imágenes de una bella pero inexistente veinteañera.
Es precisamente en una de las fotos de ‘Irene’, publicada en un sitio web, que Daniele encontró un día. Así que le pidió una explicación a la ‘niña’, pero ella lo interrumpió, dejándolo brutalmente. Así que Daniele se quitó la vida. Dejando una carta muy dulce a la familia (“Nunca te lo dije, pero te quiero mucho…”). Solo entonces mamá y papá descubrieron la vida paralela de su hijo. Y ahora claramente quieren justicia.
Después de investigar un poco, descubrimos al hombre anciano que se hizo pasar por la bella Irene. La sucia historia se convierte en el devorador de los medios, todas las televisiones hablan de ella y salen a buscar al ogro malo, el Roberto Zaccaria de 64 años. Llegan de repente con micrófonos en mano. Pero lo que encuentran no es un ogro, sino un hombrecito igualmente débil y solitario que acompaña a su anciana madre en silla de ruedas.
Él trata de contrarrestar las acusaciones a gritos, primero lo niega todo, luego dice que solo fue una broma que nunca esperó que tomaría ese trágico camino. Está rodeado, su rostro está cubierto, pero todos en la ciudad saben quién es, su nombre es público, todos quieren su cabeza.
Así, que a los pocos días también se encuentra su cuerpo sin vida. Él también se suicidó con un cóctel de drogas. Vicino deja una carta, con recomendaciones sobre cómo curarse, a su anciana madre enferma y discapacitada, la única persona con la que realmente estuvo en contacto.